Me ha costado mucho responderme esta pregunta doble. Creo que tiene más su origen en algún tipo de motivación personal. En las razones que uno puede encontrar para dedicar su vida a la escritura.
¿Por qué? Bueno, en mi caso, porque amo escribir; porque al escribir, estoy en armonía con el mundo; porque cuando me dedico a contarme una historia, me divierto y eso me pone de buen humor, más amable con los demás, más servicial y gentil, y se genera así un círculo de bienestar del cual no se quiere uno bajar.
¿Para qué? Según tus metas podrás responderte. Hace un tiempo te hubiera dicho que mi “para qué” estaba muy enfocado a publicar el texto. Hoy ya no. Hoy simplemente lo hago por el placer de escribir (aunque no tenga planes de publicar por el momento).
El “para qué” enfocado a los premios y reconocimientos, ya te lo dije, no es muy confiable. Si escribes “para” ganarte el premio o para ser famoso: tache. Escribe “porque” amas escribir. Si el premio llega, bien. Si no, sigue escribiendo y generando bienestar con tu escritura.
UN AGREGADO A LAS PREGUNTAS
Estas notas no son un manual, gracias a Dios. Toma lo que te sirva. Si eso sucede, significa que hice algo bueno y me da mucho gusto poder ayudarte. Recuerda que no te doy la clase ni te digo cómo debe hacerse. Te cuento cómo le hecho a base de ensayo y error. Al final, no se sabe a ciencia cierta cómo pasa todo esto de la creación literaria. Simplemente pasa. Y si la literatura te ha elegido disfruta su compañía, porque es lo mejor que te puede suceder.
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