Hay una serie de recomendaciones basadas en la experiencia, así como mecanismos de seguridad y procedimientos que hacen placentero el momento; además, llevas una cajita de herramientas que te ayudan por si acaso.
Algo así es la escritura.
Pero primero lo primero.
Basta, me parece, con que vayamos respondiendo a siete preguntas para entrar en este mundo. Lo que aquí te comparto es experiencia personal. Si algo te sirve: tómalo, te lo regalo de corazón.
Siete preguntas a responder:
- Quién.
- Qué.
- Cómo.
- Cuándo.
- Dónde.
- Por qué (y para qué).
En esta entrada, responderemos a las primeras dos:
QUIÉN
Si estás convencido, si de verdad quieres iniciar esta aventura o continuar el camino de la escritura, la respuesta debes saberla: tú; tú quieres ser escritor; tú eres escritor. De eso depende lo demás.
QUÉ ESCRIBIR
Creo que esto se va descubriendo y perfeccionando en el camino.
Las primeras cosas que escribí fueron letras de canciones, intentos de poemas y notas que coleccionaba en un cuaderno, ya fueran párrafos de libros, ideas o reflexiones personales. Luego llegaron los cuentos y en este periodo descubrí que quería contar historias. Me atraía más la idea de una novela, pero fui practicando con relatos y algunos artículos para internet.
Escribía poemas también. Pero sucedió que al terminar un diplomado que estudié en la Escuela de Escritores de Sogem, me costó más trabajo escribir poemas y cuentos. Y hasta la fecha sucede. Me entiendo mejor con las novelas.
Quizá tú ya sepas, si vas empezando, a qué te quieres dedicar. Pero no está de más de pronto saber escribir un ensayo, un cuento o un poema. Sirve al menos como una práctica.
Porque escribir es como cualquier oficio. Es un entrenamiento constante. Nunca se llega a la perfección, pero a la par que vamos evolucionando como seres humanos, nuestra manera de escribir lo hace también.
Puede ser que vayas empezando o traes la idea de querer escribir, pero no sabes cómo; o incluso nunca antes has escrito.
Bueno, la práctica hace al maestro, dice un lugar común.
Así como me sucedió, podría pasarte también a ti. Quizá quieras escribir cuento y resulta que eres más ducho con los poemas. Eso tú lo vas a ir descubriendo.
Al principio imitas. Es normal, por ejemplo, si quieres dedicarte a escribir cuentos que si lees a Edgar Allan Poe, hagas tus primeros cuentos imitando su tono.
Pero llega un momento en que debes ir descubriendo tu propio estilo y eso, insistiré mucho, te lo da la práctica.
Somos un cúmulo de experiencias, de lecturas, de paradigmas, de costumbres. Toma lo mejor del mundo y enriquece tu vida; o, en nuestro caso, tu forma de escribir.
Haz camino al andar (otro lugar común), pero sigue adelante. Si escribes porque piensas que ganarás dinero o porque quieres ganarte un premio y ser famoso, estás en el camino equivocado. La literatura, la buena, no es negocio.
Si quieres escribir, escribe. Si los premios y los aplausos llegan qué bien, pero escribe porque amas escribir, porque es la manera como tú y el mundo están en armonía.
Porque escribir te convierte en mejor persona.
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